Soy constante como la estrella polar.
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Soy constante como la estrella polar.
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Debo ser cruel solo para ser amable; así comienza lo malo, y lo peor queda por venir.
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Venga lo que venga, el tiempo y la hora atraviesan el día más difícil.
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Es un padre sabio el que conoce a su propio hijo.
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¡Oh, cuidado, mi señor, con los celos; es el monstruo de ojos verdes que se burla de la carne de la que se alimenta.
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La vida no es más que una sombra ambulante, un pobre actor que se pavonea y se agita su hora sobre el escenario y luego no se le oye más.
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¡Qué más mordiente que los dientes de una serpiente es tener un hijo desagradecido!
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Palabras, palabras, meras palabras, sin importar del corazón.
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Perdí el tiempo, y ahora el tiempo me pierde a mí.
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La calidad de la misericordia no es forzada, cae como la suave lluvia del cielo sobre el lugar de abajo.
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